lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Qué es la belleza?


La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad. Simone de Beauvoir.

Comencé con una idea bien estructurada de lo que quería para esta entrada, busqué definiciones de belleza que pasaban por la más espiritual a la más comercial; leí a algunos filósofos, científicos, reinas, estilistas y hasta niños —estos últimos con las palabras más acertadas— sin encontrar algo con lo que realmente me sintiera identificada. Algunos hablan de la armonía, de lo que da placer a los ojos, del equilibrio y hasta resulta que hay un modelo que muestra cuales son las dimensiones perfectas (el llamado Hombre de Vitrubio), que resalta la perfección matemática del cuerpo humano.

Tanta investigación me dejó aturdida, confundida y casi con ganas de llorar. Abandoné unos días la escritura, pensé en lo mucho que quiero llegar a cada una de las personas que lee este blog, en la aceptación de quienes llegan aquí por curiosidad o porque son mis amigos y quieren apoyarme. Una vez más me vi intentando agradar a otros, buscando la forma de adaptarme a un molde que, definitivamente, no es el mío.

Todo esto me hizo pensar en lo mucho que quiero transmitirles la idea de aceptarnos como somos, olvidando un poco los parámetros impuestos por otros, por nuestros miedos y por el sistema comercial; llegué a la conclusión que la palabra, según mi criterio, que más se adapta al concepto de belleza que tengo en mi cabecita es: AUTENTICIDAD, esa cualidad que nos permite mostrarnos tal cual somos sin temor al rechazo, al ridículo o desaprobación de quienes nos observan.

El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) —me encantan los diccionarios, sobre todo ese— dice que cuando se usa ese término para una persona se refiere a que es fiel a sus orígenes y convicciones. A mí eso me parece bello, no tengo nada en contra de la gente que se opera o se cambia el color de cabello —yo alguna vez fue rubia—, los cambios de look son muy buenos, la cosa es cuando esos cambios se nos convierten en obsesiones que nos llevan no solo a querer cambiar nuestro cuerpo, también nuestra esencia. Cuando nos atropellamos porque no lucimos como otros, o tal vez no somos tan fuertes o inteligentes y sometemos nuestra integridad física y espiritual sin importar cuán maltratados y heridos salgamos en ese proceso.

Ser auténtico parece ser muy fácil, pero la realidad es que pasamos la vida intentando no ser nosotros, buscando la manera de encajar en espacios que no son nuestros, usando ropas que son incómodas, sometiéndonos a tratamientos y cirugías dolorosos para cambiar nuestro aspecto, usando muchas capas de maquillaje para esconder nuestros verdaderos rostros y hasta fingiendo emociones que no sentimos. Todo eso con la única intención de ser parte de un grupo, de no ser el raro de la partida, pero sobre todo evitar que vean eso que según nosotros es feo y hay que esconder a toda costa.

Belleza, es solo una palabra, que como muchas otras adquiere el sentido que nosotros le demos. Podría escribir un libro entero intentando dar una definición medianamente aceptable, aún así tendría detractores, algunos críticos seguramente dirían que mi punto de vista carece de una base científica que lo apoye, otros se inclinarían a decir que soy poco realista y quizá algún arriesgado diga que la inspiración divina iluminó mi mente.

No importa cuál sea tu caso, seguramente tú también tienes una palabra que hace eco en tú cabeza cuando hablan de belleza, me gustaría saber cuál es, eso seguramente enriquecerá mi espíritu y el tuyo.

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